Índice general

4 EMBRAGUES Y FRENOS DE FRICCIÓN.

Oct 10, 2018

4.1 Descripción general y tipos

Conceptos:
Los frenos y embragues son sistemas mecánicos destinados a transmitir (embrague) o absorber (freno) energía mecánica de sólidos, habitualmente en rotación y que son los que trataremos en este tema. Por tanto controlan el movimiento y el par que llega a un eje.
Embrague: sistema mecánico cuya finalidad es controlar la transmisión de movimiento y potencia entre dos ejes, conectándolos y desconectándolos a voluntad. El proceso de conexión se llama embragado y permite que el eje de entrada transmita movimiento y par al de salida. El proceso de desconexión se llama desembragado y detiene la transmisión. Así por ejemplo el embrague de un coche permite transmitir el par generado en el motor a las ruedas. Al accionar el pedal del embrague se produce la desconexión, se desembraga; al soltar el pedal, se vuelve a embragar.
Durante el proceso de embragado se igualan las velocidades angulares de ambos ejes mediante la transmisión de par desde el eje de entrada al de salida.
Feno: sistema mecánico cuya finalidad disminuir la velocidad de un eje (por ejemplo las ruedas de un coche), eventualmente hasta pararlo. Este proceso se consigue por la aplicación de un par, contrario al movimiento, sobre el eje que se desea detener.
La transmisión del eje de entrada al de salida se produce mediante un par interno que actúa en sentidos opuestos sobre cada eje (cumpliendo el principio de acción y reacción).
El origen de este par permite clasificar a los frenos y embragues; así los puede haber: eléctricos —reostáticos y regenerativos—, magnéticos, viscosos, de fricción, etc. A pesar de que los eléctricos regenerativos se emplean desde hace algún tiempo en el mundo ferroviario y su empleo está teniendo gran auge con los coches híbridos y eléctricos, los de fricción son todavía los más empleados, y los que estudiaremos en este curso.
En los embragues y frenos de fricción el origen del par interno es el rozamiento. El accionamiento de éstos consiste en acercar el eje de salida a otro (o a un sólido en reposo si hablamos de un freno) aplicando una fuerza, que genera una presión (fuerza normal) entre las superficies en contacto, que a su vez conlleva la aparición de una fuerza de rozamiento.

4.1.1 Embragues y frenos, diferencias y similitudes

Como se ha visto, ambos sistemas tienen diferente finalidad:
freno absorbe la energía mecánica de un eje reduciendo su velocidad angular, eventualmente hasta detenerlo
embrague permite la tansmisión controlada de par desde un eje a otro. Este par tiende a igualar las velocidades angulares cuando se acciona el embrague.
Si consideramos que, al igual que un embrague, un freno está compuesto por dos ejes, uno de los cuales está siempre en reposo (por tener un momento de inercia infinito o porque recibe un par resistente que compensa el que el freno le transmite), ambos sistemas son equivalentes en cuanto a:
control: pueden conectarse y desconectarse a voluntad mediante alguna acción (habitualmente una fuerza), y tienen como efecto una respuesta (habitualmente un par —de embrague o de freno—).
En algunas ocasiones, como en los sistemas centrífugos, el accionamiento es automático. En estos casos la “voluntad” o control del accionamiento es parte del diseño, en el que se define la velocidad angular a la que se produce.
funcionamiento: la acción suele ser una fuerza que desplaza a alguno de los sólidos (o a ambos), poniéndolos en contacto, y generando un distribución de presiones a través de fuerza normal entre las superficies (N). El deslizamiento o la tendencia a deslizar de éstas genera a su vez una fuerza de rozamiento (Fμ), también distribuida en la superficies de contacto, cuyo valor máximo (cuando desliza) viene dado por Fμ = μN. Esta fuerza de rozamiento origina a su vez la respuesta, en forma de par de embrague o frenada, que es el par de la fuerza de rozamiento Fμ respecto al eje de giro. Éste es un par interno en el sistema, que actúa con igual magnitud y sentido opuesto sobre cada sólido, y que tiende a frenar al más rápido y acelerar al más lento. En el caso de un freno el sistema está diseñado para que no acelere al sólido estático, aunque hay excepciones como el vuelco que puede producirse en una bicicleta que frena con la rueda delantera, o el pequeño cabeceo de un coche al frenar
La disposición de las superfices de contacto respecto al eje de giro da lugar a los distintos sistemas que estudiaremos (de tambor, de disco o cónicos).
disipación de energía: en los sistemas que estudiamos el par interno es debido a la fuerza de rozamiento, que es disipativa, el proceso de igualación de velocidades lleva consigo la conversión de energía mecánica en calor. En ambos sistemas este fenómeno se produce mientras las velocidades angulares sean distintas (haya deslizamiento): en un embrague hasta que finaliza el embragado, y en un freno hasta que el eje en rotación se detiene.
Por ello, si los procesos son completos (si continuan hasta la igualación de velocidades):\begin_inset Separator latexpar\end_inset

4.2 Disipación de la energía mecánica.

Conceptos:
En los sistemas de fricción, el deslizamiento entre las superficies de fricción hace que la fuerza de rozamiento disipe de energía, que en un diferencial de area y por unidad de tiempo viene dada por la expresión dP = v dFμ = ω dTμ, donde dP es la potencia disipada, v (o ω) la velocidad lineal (o angular) relativa entre superficies y dFμ(o Tμ) la fuerza de rozamiento (o par debido a la fuerza de rozamiento). Para obtener la potencia disipada por toda la superficie de fricción, habrá que integrar sobre la zona de contato. En general la fuerza de rozamiento y la velocidad lineal relativa serán funciones de la posición.
En esta sección analizaremos el proceso temporal, la energía disipada, y su efecto en forma de incremento de temperatura

4.2.1 Evolución temporal del proceso de frenada .

4.2.1.1 Sistema aislado: ausencia de pares externos.

Sean dos ejes de momentos de inercia efectivos [A]  [A] Llamaremos momento de inercia efectivo (I) la relación entre el par alicado a un sólido, y aquellos a los que está conectado (por ejemplo engranajes) y la aceleración angular que e produce (I = T ⁄ α). No emplearemos una letra distinta de la habitual para el momento de inercia puesto que sólo utilizaremos el efectivo, que en caso de un único sólido, es el momento de inercia. I1 e I2 girando inicialmente a velocidades angulares ω1i y ω2i (con ω1i > ω2i), sobre los que no actúa ningún par salvo el de embrague (interno) cuando éste se acciona. Como se verá más adelante en este tema, el par de embrague (Te) es proporcional a la fuerza de acción, resultado que ahora daremos por válido; aceptando que ésta es constante durante todo el proceso, la velocidad angular de cada eje varía linealmente
(4.1) ω1(t)  =  ω1i − (Te)/(I1)t ω2(t)  =  ω2i + (Te)/(I2)t
en estas las expresiones Te es el módulo del par de embrague (el que actúa sobre un eje es igual y opuesto al que actúa sobre el otro). Definiremos (por analogía con la masa reducida de un sistema de dos cuerpos, y para simplificar la notación) un momento de inercia reducido del sistema Iμ = (I1I2) ⁄ (I1 + I2). La diferencia de velocidades angulares inical es Δωi = ω1i − ω2i; y su evolución temporal viene dada por
(4.2) Δω(t) = ω1(t) − ω2(t) = Δωi − (Te)/(Iμ) t , 
expresión que permite determinar el tiempo de conexión, te (tiempo en el que las velocidades se igualan)
(4.3) te = (Iμ)/(Te)Δωi
así como la velocidad final que se consigue ωf = ω1f = ω1(te) = ω2f
(4.4) ωf = ω2i + (Iμ)/(I2)Δωi = ω1i − (Iμ)/(I1)Δωi
A partir de este instante las velocidades angulares se mantienen iguales. La energía disipada puede obtenerse, en este caso, como la diferencia de energías cinéticas de rotación inicial y final (I1ω21i ⁄ 2 + I2ω21i ⁄ 2 − (I1 + I2)ω2f ⁄ 2) puesto que no hay extracción ni aporte externo de energía. También puede obtenerse, con una expresión más general, a través de la potencia disipada Pd(t) = TeΔw(t) [B]  [B] Obsérvese que la velocidad angular es la misma para todo el sólido, por lo que puede usarse el par de embrague obtenido por integración sobre toda la superficie de contacto.
(4.5) Ed = teoPd(t) dt = teoTeΔω(t)dt = (1)/(2)Iμ(Δωi)2
Esta cantidad es la energía cinética que tendría un sólido de momento de inercia Iμ girando a una velocidad angular Δωi
Este caso es excesivamente ideal y difícilmente describe un sistema real. Estudiaremos ahora un sistema más complejo y realista.

4.2.1.2 Eje a régimen constante.

Supondremos ahora el caso de dos ejes, donde el 1 mantiene su velocidad angular constante y donde sobre el 2 sólo actúa el par de embrague. Representa situaciones reales, como
En el primer caso los anclajes del freno proporcionan al eje un par externo T1 que compensa el de frenada (Te); en el segundo el motor produce un par que compensa al de frenada. En ambos casos, sobre el eje 1 se tiene que
(4.6) Te − T1 = 0
El eje 2 está sometido únicamente al par de embrague (o frenada). Por fijar las expresiones trataremos el caso (b), pero el (a) es idéntico salvo porque la velocidad angular del eje 2 disminuye en lugar de aumentar. La velocidad angular de cada eje viene dada por:
(4.7) ω1(t)  =  ω1i ω2(t)  =  ω2i + (Te)/(I2)t
La función que representa la diferencia de velocidades angulares es ahora
(4.8) Δω(t) = ω1(t) − ω2(t) = Δωi − (Te)/(I2) t
y el tiempo de embragado (o de frenado) es
(4.9) te = (I2)/(Te)Δωi
La velocidad angular final que se consigue es lógicamente ωf = ω1i = ω2(te)
En cuanto a la energía disipada
(4.10) Ed = teoPd(t) dt = teoTeΔω(t)dt = (1)/(2)I2(Δωi)2
Que en el caso de un freno coincide con la energía cinética inicial del sólido 2.
Puede comprobarse que estas expresiones derivan de las del anterior caso sin más que considerar que el eje 1 tiene un momento de inercia infinito, con lo que Iμ = I2. Para un freno esto significa que el eje en reposo está sólidamente unido al resto de la máquina, que tiene un momento de inercia infinito en comparación con el del eje 2 (I1I2). Por ello, a pesar que el primer caso es más simple que el segundo, éste puede considerarse un caso particular de aquél.

4.2.1.3 Caso general.

En una situación general habrá que conocer la evolución temporal de los pares externos aplicados a cada eje T1(t) y T2(t) y del par de embrague Te(t) (la acción sobre éste puede no ser constante). La evolución de las velocidades angulares no tiene será lineal en general, pero el procedimiento de solución básicamente el descrito, que tal vez haya que resolver numéricamente. Llamando TTk al par neto sobre el eje k (compuesto por Tk(t) y Te(t) y que puede ser positivo o negativo puesto que Te(t) actúa en sentido contrario sobre cada eje, se tendrá
(4.11) ωk(t) = ωki + to(TTk(t))/(Ik)dt
(4.12) Δω(t) = ω1(t) − ω2(t)
El tiempo de conexión vendrá dado por el tiempo menor positivo en el que se anule la diferencia de velocidades
te = t | Δω(te) = 0
y la energía disipada se obtiene de integrar en el tiempo la potencia disipada por el par de embrague
(4.13) Ed = teoTe(tω(t)dt

4.2.1.4 notas

4.2.2 Incremento de temperatura.

Como se ha visto en la sección 4.2.1↑, la energía disipada (Ed) en un proceso de embrague o frenada depende del momento de inercia y velocidad inicial de cada eje, así como de la energía suministrada y/o extraída a/de los ejes durante el proceso. Esta energía se transforma en calor, que se refleja en elevación de la temperatura de las zonas afectadas y puede llegar a limites peligrosos como puede verse la figura 4.1↓ (considérese la energía cinética que debe convertirse en calor durante un aborto de despegue de un avión comercial).
En la medida de los posible un freno o embrague se diseña para evacuar el calor la forma más eficiente posible, como en el caso de los discos ventilados del freno de un automóvil, y esto ayuda a controlar el incremento de temperatura. Sin embargo esto no siempre es posible, como por ejemplo en el caso del paquete de discos de freno de un avión (ver figura 4.1↓) o el embrague de un automóvil.
Simplificando mucho el sistema real se puede estimar la variación máxima de temperatura que se puede producir. Supondremos que todo el sistema está aislado y compuesto por un solo material (de masa M y capacidad calorífica c), si conocemos la energía disipada (Ed) se verifica
Ed = M c ΔT, 
expresión que pone de manifiesto que la masa es un factor determinante para limitar el incremento de temperatura. El control de desgaste (pérdida de masa) es en ocasiones vital para la seguridad al limitar el incremento de temperatura. Así, por ejemplo en los frenos de un avión, cuyo alojamiento (en la llanta de la rueda) y su empaquetamiento hace que el calor no pueda disiparse efectivamente, el control mediante el testigo de desgaste puede evitar que un neumático reviente por exceso de temperatura (o que se desinfle al actuar válvula automática regulada por temperatura).
figura EyF_imagenes/sistema-de-frenos1.jpg figura EyF_imagenes/freno_avion.jpg
Figura 4.1 A la izquierda disco de freno de un automóvil, al rojo vivo; a la derecha, paquete de freno de una rueda de avión, difícilmente ventilable.

4.3 Transmisión de par.

Conceptos:
Un embrague que no desliza se comporta como un eje rígido. En cada sección imaginaria que seleccionemos se transmite integramente el par que llega, pero no puede “generar” par. Por tanto, si no desliza, el par a la salida es igual que a la entrada; en las superficies en contacto la fuerza de rozamiento es la suficiente como para transmitir todo el par que llega a la entrada: Fμ = μ*N ≤ μN. Esta expresión define de forma implícita un coeficiente de rozamiento efectivo μ* ≤ μ que es el mínimo necesario para que no exista deslizamiento entre las superficies, y que está limitado.
Cuando para que no exista deslizamiento es preciso que μ* sea mayor que μ , no siendo posible esta situación, la fuerza de rozamiento se ve limitada, y con ésta, el par que puede transmitir el embrague, que comienza a deslizar. Este comportamiento se refleja en la línea continua del siguiente gráfico.
figura EyF_imagenes/EyF_TeTs.png
Figura 4.2 Par de salida frente al de entrada en un embrague o freno
La línea discontinua refleja la situación en la que el par que llega al eje de entrada es menor que el nominal, pero aún así hay deslizamiento. Esta situación siempre es posible, imaginemos dos ejes, sin pares externos actuantes, girando a diferente velocidad angular, que se conectan mediante un embrague de par nominal Te. La diferencia de velocidades angulares hace que deslicen, y por tanto la fuerza de rozamiento alcanza su valor máximo Fμ = μN, y por tanto el embrague genera sobre los ejes el par nominal actuando sobre ambos ejes hasta que se igualan las velocidades angulares.
Por tanto, en el funcionamiento de un embrague o freno se aprecian dos zonas distintas.

4.4 Determinación del par nominal. Zapata corta.

Conceptos:
Limitaciones de las expresiones

4.4.1 Método general de cálculo.

Resolver un sistema de freno o embrague de fricción es obtener, en función de la fuerza de accionamiento (F), (i) la respuesta del sistema (que puede ser un par o una fuerza, que generan una deceleración angular o lineal), (ii) las reacciones (R) que puedan aparecer sobre los sólidos y (iii) la presión máxima (Pa) que se produce en la superficie.
El método que se presenta obtiene la dependencia con la presión máxima de F, Te y R:\begin_inset Separator latexpar\end_inset
figura EyF_imagenes/Triangulo_FRT_Pa.png
consiste en 3 pasos, que se enuncian primero y se aplican después al caso de zapata corta en (fig 4.3↓).
  1. Encontrar la distribución de presiones en las superficies de contacto (P(r⃗))
  2. Determinar la relación entre la distribución de presiones y la presión máxima (P(r⃗) = f(Pa))
  3. Aislar cada sólido, considerando las fuerzas (puntuales y distribuidas) que actúan sobre él, e imponer las condiciones adecuadas de equilibrio (de fuerzas y de momentos) para obtener las relaciones: acción sobre el sistema (F(Pa)), respuesta de éste en forma de deceleración γ(Pa) o par Te(Pa), y reacciones sobre articulaciones o guías (R(Pa))

4.4.2 Aplicación a la zapata corta.

figura EyF_imagenes/zapata_corta.png
Figura 4.3 Zapata corta
  1. Distribución de presiones en la superficie de contacto (P(r⃗))
    Como la superficie de fricción es pequeña, aceptaremos que la rigidez del material es suficiente para que sea homogénea: P(r⃗) = P
  2. Relación entre la distribución de presiones y la presión máxima: según lo anterior P(r⃗) = Pa
  3. Aislar cada sólido, considerar las fuerzas (puntuales y distribuidas) que actúan sobre él, e imponer las condiciones adecuadas de equilibrio (de fuerzas y de momentos) para obtener las relaciones: acción sobre el sistema (F(Pa)), respuesta de éste en forma de deceleración γ(Pa), y reacciones sobre articulaciones o guías (R(Pa))

4.4.2.1 Zapata.

Fuerzas y momentos.
Condiciones de equilibrio.
La zapata está en equilibrio estático, la suma de fuerzas externas cumple F⃗ = 0⃗, y la de momentos respecto a cualquier punto es nulo, particularizando para O, M⃗O = 0⃗, por lo que
(4.14)  − F + N − Ry  =  0 Fμ − Rx  =  0 Fb − Nb + Fμa  =  0
Obsérvese en las ecuaciones de momentos y fuerzas el sentido positivo se ha elegido arbitrariamente, pero que ello no resta generalidad puesto que cada componente se anula. Se ha elegido la articulación para simplificar el sistema, puesto que las reacciones –desconocidas aún– no intervienen. Resolviendo el sistema se obtiene
(4.15) F  =  (A(b − μa))/(b)Pa Rx  =  μA Pa Ry  =  A Pa − F
Todas estas cantidades dependen linealmente de Pa, y en especial se obtiene que Pa es proporcional a la fuerza aplicada, a través de la geometría (A, a, b) y μ

4.4.2.2 Sólido

Fuerzas y momentos. Condiciones de equilibrio.
Para estudiar el movimiento de frenada es suficiente considerar la dirección horizontal, donde para simplificar, consideramos sólo la fuerza de rozamiento, que es la que produce la deceleración γ. Llamando m a la masa del sólido, y obviando el sentido de esta aceleración, que siempre es contrario al movimiento del sólido, se tiene
(4.16) γ = (Fμ)/(m) = (μA)/(m) Pa
La respuesta del sistema (la capacidad de frenada en forma de deceleración), es también proporcional a Pa (y por tanto a la acción ejercida F). El hecho de que todas las cantidades de interés sean lineales con Pa justifica el procedimiento empleado.
No se estudia el equilibrio de fuerzas en la dirección perpendicular al movimiento por carecer de interés en este caso.

4.4.2.3 Conceptos de autoenergización y autobloqueo

Si en el desarrollo anterior se invierte el sentido del movimiento del sólido, cambian algunos signos, afectando de forma profunda al equilibrio de momentos de las fuerzas actuantes sobre la zapata
(4.17) F = (A(b + μa))/(b)Pa
en tanto que la capacidad de frenada sigue teniendo la misma expresión [C]  [C] Siempre en sentido contrario al movimiento
(4.18) γ = (μA)/(m) Pa
La diferencia fundamental entre ambos casos es la dependencia de la función F(Pa) con el sentido de avance del sólido:
F = (A(bμa))/(b)Pa
Para una zapata sobre la que actúa una fuerza fija F, la presión máxima obtenida en el primer caso (llamado autoenergizante) es mayor que en el segundo (no autoenergizante). Debido a esta diferencia, la fuerza de frenado sobre el sólido es mayor en el caso autoenergizante (es proporcional a Pa).
En un sistema autoenergizante se puede forzar b − μa = 0. En este caso se dice que el sistema está en autobloqueo, y la presión máxima puede crecer arbitrariamente y producir fuerzas de rozamiento enormes.
Si bien el efecto autonergizante puede controlarse con la geometría y mejora el rendimiento del sistema, llevarlo al extremo –autobloqueo– tiene efectos negativos ya que puede dañar el material de fricción (Pa puede superar Pm), y se pierde el control sobre la frenada. Por otro lado también tiene aplicaciones de interés como los fisureros de escalada, la mordaza de tijera, o la rueda libre del rotor de un helicóptero .
figura EyF_imagenes/fisurero_wikipedia.png figura EyF_imagenes/mordaza_de_tijera.jpg figura EyF_imagenes/Freewheel.png
Figura 4.4 Sistemas con autobloqueo (fisurero, morzaza de tijera, rueda libre)
Es fácil entender el origen del efecto autoenergizante si se observa la expresión del equilibrio de momentos. El momento de las fuerzas normales tiende a separar la zapata del sólido, reduciendo la presión y con ella la fuerza de rozamiento (origen de la deceleración). En una zapata autoenergizante los momentos de las fuerzas normales y las de rozamiento son de signo contrario, (el de las fuerzas de rozamiento incrementa la presión), mientras que en una no-autoenergizante son de igual signo, reduciendo la presión. Se ha visto también que la respuesta del sistema es, en ambos casos, proporcional a la presión máxima y con la misma dependencia funcional. Si el sistema es o no autoenergizante se puede conocer de forma sencilla trazando el sentido de la fuerza de rozamiento en un punto y comprobando el sentido del momento que produce respecto a la articulación: si tiende a pegarla será autoenergizante, mientras que si tiende a despegarla será no-autoenergizante.

4.5 Frenos y embragues de zapata y tambor

Conceptos:

4.5.1 Tambor y Zapata interna

Un freno / embrague de tambor con zapata interna está compuesto por un tambor que gira en su eje de simetría (O), una zapata articulada y un sistema de accionamiento que ejerce una fuerza F que obliga a la zapata a girar en su articulación (A) ponerse en contacto con el interior del tambor, generando una distribución de presiones entre zapata y tambor (ver figura).
En un embrague, la zapata y el sistema de accionamiento pueden girar libremente respecto al eje del tambor. Para ello hay un brazo que gira respecto al eje del tambor y soporta la articulación de la zapata.
En un freno, este brazo está fijo. Los ejes de entrada y salida son coaxiales.
figura EyF_imagenes/EyF_ZI_geometria.png
Figura 4.5 Geometría de un freno de tambor con zapata interna y fuerzas sobre la zapata.

4.5.1.1 Geometría y aplicación del método general

Convenio sobre la geometría:
Distribución de presiones, simetría y area elemental
La distancia radial a la zona de contacto es constante (r = R). Como la anchura de la zapata (dimensión en la dirección axial) b es pequeña aceptaremos que la presión no varía en la dirección axial, por lo que P(r, θ, z) = P(θ)
El elemento diferencial de área es dA = r dθ dz. Puesto que en las expresiones de fuerzas y momentos que usaremos no aparece la coordenada axial (z), integraremos en esta dirección el area elemental obteniendodA = R b dθ
Considerando que la zapata es un sólido rígido se llega [D]  [D] Puede obtenerse esta expresión girando la zapata un pequeño ángulo δ respecto a su articulación y evaluando el desplazamiento normal a la superficie en función de la posición angular θ. a que la presión depende del ángulo como
(4.19) P(θ) ∝ sin(θ)
La presión mínima sucede en θ = θ1 y la máxima en θa = min(θ2, 90) de forma que
(4.20) P(θ)  =  (Pa)/(sinθa)sinθ dN(θ)  =  (bRPa)/(sinθa)rsinθdθ dFμ(θ)  =  μdN(θ)
Acciones sobre el tambor
Fuerzas que actuan sobre el tambor (aplicada –ap.–/distribuidas –distr.–):\begin_inset Separator latexpar\end_inset
fuerza tipo expresión brazo resp. O MO
Normal distr. dN(θ) 0 0
Rozamiento distr. dFμ(θ) R dMμ
Reacciones ap. (O) Ex,Ey 0 0
Acciones sobre la zapata
Fuerzas actuando sobre la zapata (aplicada –ap.–/distribuidas –distr.–):\begin_inset Separator latexpar\end_inset
fuerza tipo expresión brazo resp. A MA
Acción ap. (punta) F c cF
Normal distr. dN(θ) asin(θ) dMN
Rozamiento distr. dFμ(θ) R − acos(θ) dMμ
Reacciones ap. (A) Rx,Ry 0 0
Las fuerzas distribuidas generan unas resultantes que se obtienen integrando en toda la superficie de contacto la correspondiente componente:
(4.24) Nx  =   − θ2θ1 dN(θ)cos(θ) =  − (aRbPa)/(2sinθa)[sin2θ]θ2θ1 Ny  =   − θ2θ1 dN(θ)sin(θ) =  − (RbPa)/(2sinθa)θ − (sin(2θ))/(2)θ2θ1 Fxμ  =  ±θ2θ1 dFμ(θ)cos(θ) = ±(μRbPa)/(2sinθa)θ − (sin(2θ))/(2)θ2θ1 Fyμ  =  θ2θ1 dFμ(θ)sin(θ) = ∓(μaRbPa)/(2sinθa)[sin2θ]θ2θ1
Y unos momentos respecto a la articulación (en lo sucesivo se omite el punto A en las expresiones):
(4.25) MN  =  θ2θ1asinθ  dN(θ) = (aRbPa)/(2sinθa)θ − (sin(2θ))/(2)θ2θ1 Mμ  =  θ2θ1(R − acosθ)dFμ = (μRbPa)/(2asinθa)[R − acosθ]θ2θ1 =  − (μRbPa)/(sinθa)Rcosθ + (a)/(2)sin2θθ2θ1
definiremos las cantidades MN y Mμ que llamaremos “momentos geométricos”, de dimensiones [L3], que dependen únicamente de la geometría (y el coeficiente de rozamiento) y que pueden calcularse con la geometría de la zapata, sin actuar ésta.
(4.26) MN  =  (aRbPa)/(2sinθa)θ − (sin(2θ))/(2)θ2θ1 Mμ  =  (μRb)/(2asinθa)[R − acosθ]θ2θ1 =  − (μRb)/(sinθa)Rcosθ + (a)/(2)sin2θθ2θ1
de modo que las ecuaciones de momentos se reescriben
(4.27) MN  =  MNPa Mμ  =  MμPa
Estos momentos MN y Mμ son proporcionales a Pa a través de la geometría (MN y Mμ)
Equilibro de fuerzas y momentos
Dado que la zapata está en equilibrio estático se cumple F⃗ = 0⃗, y M⃗P = 0⃗ para cualquier punto P. Particularizando para A —de modo que las reacciones no intervengan— M⃗A = 0⃗. Como el sistema es plano:
(4.28) Fx − Nx±Fxμ + Rx  =  0 Fy − NyFyμ + Ry  =  0 cF − MN±Mμ  =  0
De estas ecuaciones la más importante es la de equilibrio de momentos, que aparece multiplicada por  − 1 y que puede reescribirse
(4.29) F = (MNMμ)/(c) = (MNMμ)/(c) Pa
La presión máxima obtenida es proporcional a la fuerza aplicada, a través de la geometría y del coeficiente de rozamiento. El factor de proporcionalidad es distinto en función del sentido de giro tambor/zapata.

4.5.1.2 Sistemas autoenergizantes y no autoenergizantes.

Relación con el sentido de giro
En la expresión 4.29↑ se observa que, para zapatas idénticas, el factor de proporcionalidad F ⁄ Pa es mayor para tambores que giran a izquierdas (signo  +  en la ecuación) y necesitan mayor fuerza para generar la misma presión máxima, qué como se verá es proporcional al par conseguido. Esta zapata será no-autoenergizante, mientras que si gira a derechas (signo  + ), será autoenergizante. Al igual que en zapata corta, si se traza el sentido de la fuerza de rozamiento, por ejemplo en θa, puede conocerse a priori el carácter de la zapata
Optimización del par de frenada. Simplificación del sistema accionador
Habitualmente es preferible disponer una zapata de forma que sea autoenergizante puesto que produce más par a igualdad de fuerza aplicada. Sin embargo, consideremos el freno de tambor de un vehículo que estuviese compuesto por una sola zapata. Si se diseña para que sea autoengizante en el sentido habitual de la marcha, será menos efectivo en sentido contrario (esto cobra importancia al usarlo como freno de estacionamiento en una cuesta). Por ello en los sistemas de tambor, donde éste puede girar en ambos sentidos, el sistema consta de dos zapatas idénticas, en orientacies contrarias y compartiendo la articulación; las fuerzas de accionamiento se producen con un sistema hidráulico que ejerce la misma acción -en sentidos opuestos- sobre ambas zapatas (el sistema tiene un plano de simetría).
Falta
Figura 4.6 Esquema de freno de tambor de un vehículo
De esta forma una de ellas es autoenergizante y la otra no autoenergizante; al cambiar el sentido de giro ambas cambian su papel, manteniéndose la capacidad de frenada.
Este diseño tiene otra ventaja pues en esta situación: el sistema de accionamiento es simple (requiere un sólo bombín con dos émbolos), y gran parte de las reacciones existentes en el sistema se cancelan entra ambas zapatas.
Para este sistema es muy sencillo obtener las presiones máximas sobre cada zapata (indicaremos con el superíndice A a la zapata autoenergizante, y con NA a la no-autoenergizante)
(4.30) PAa (MN − Mμ)/(c) = FA = FNA = (MN + Mμ)/(c) PNAa
(4.31) (PAa)/(PNAa) = (MN + Mμ)/(MN − Mμ)

4.5.2 Zapata externa

4.6 Frenos y embragues de contacto axial.

Conceptos:
Falta
Figura 4.7 Geometría de un embrague de disco. dependencia con β

4.6.1 Frenos y embragues de disco

Se trata aquí un freno o embrague de disco completo (β = 2πrad). Las expresiones para distribución genérica de presiones se dejarán en función de β para aplicarlas con facilidad a otros casos. En el caso de discos no completos, las acciones externas necesarias para mantener el sistema en equilibrio pueden ser más complejas y deberán tratarse considerando la geometría de cada caso particular.
Aplicación del método general
Se acepta que la distribución de presiones tiene simetría de revolución sobre las superficies en contacto (P(r, θ) = P(r)). En lo que sigue se usará una distribución de presiones genérica P(r) y posteriormente se discutirán distintos tipos de distribución.
Las fuerzas actuantes
Cuando el sistema funciona, su centro de masas está en equilibrio, por lo que la fuerza total sobre él es nula: las fuerzas sobre el sólido 1 son iguales y opuestas a las que actúan sobre el 2. El resto de fuerzas son internas, y por el princio de acción y reacción, en cada sólido también son iguales y de sentido opuesto. Por ello, sobre ambos sólidos actúa un sistema de fuerzas y momentos equivalente, y basta estudiar uno de los sólidos para resolver el problema completo.
Para discos completos (β = 2π), las únicas fuerzas externas que actúan sobre el sistema [F]  [F] Esta afirmación se justifica más adelante. (conjunto de dos discos en contacto) son la de acción (F⃗) sobre un sólido o la de reacción (R⃗) sobre el otro. Las fuerzas distribuidas son la normal que actúa en dirección axial (dN(r) = P(r)dA = P(r)rdr) y la de rozamiento que lo hace en un plano perpendicular al eje (dFμ(r) = μdN(r))

4.6.1.1 Distribución de presiones homogénea (Presión constante)

Para maximizar el par de frenada, la expresión 4.34↑ indica que es preciso maximizar la función P(r) lo que implica hacerla independiente de r y con el valor mayor posible (inferior a Pm), es decir P(r) = cte = Pa. En este caso, las expresiones 4.33↑ y 4.34↑ se convierten en
(4.35) F  =  π(R2e − R2i)Pa T  =  (2πμ)/(3)(R3e − R3i)Pa T  =  (2μ)/(3)(R3e − R3i)/(R2e − R2i)F
Conviene remarcar la dependencia lineal de F y de T con Pa, a través de la geometría, resultado que ya se ha encontrado en los casos anteriormente analizados.

4.6.1.2 Distribución de presiones de desgaste homogeneo

Consideremos el trabajo desarrollado por un diferencial de area del disco dA = rdθdr bajo una distribución de presiones arbitraria que mantenga la simetría de revolución (P ≠ P(θ)). La fuerza normal que se ejerce en esta superficie elemental es dN = P(r)dA, y el módulo de la fuerza de rozamiento es dFμ = μP(r)dA, que respecto al eje produce un par dTe = μrP(r)dA; si la diferencia de velocidades angulares entre los discos es ω,  desarrolla una potencia dP = ωdT = ωμrP(r)dA. La potencia por unidad de area (trabajo por unidad de tiempo y area) es ωμrP(r).
Si la presión en todo el disco fuese constante (como en el caso analizado anteriormente), las zonas exteriores del disco desarrollarían más trabajo en el mismo tiempo y se desgastarían más deprisa. De hecho cualquier distribución de presiones que no satisfaga rP(r) = constante produce un desgaste no homogeneo en la dirección radial del disco. En las zonas con más desgaste se reducirá la presión y el desgaste posterior. Se llega así a una situación de desgaste homogeneo cuando la potencia desarrollada por el área elemental sea independiente de la distancia radial, es decir, cuando \strikeout off\uuline off\uwave offωμrP(r)dA = cte, es decir, una distribución de presiones inversamente proporcional a r. La presión máxima sucede entonces en Ri (Pa = P(Ri)). Expresando P(r) en función de la presión máxima y la geometría:
(4.36) P(r) = (RiPa)/(r)
En este caso, las expresiones 4.33↑ y 4.34↑ se convierten en
(4.37) F  =  2πRi(Re − Ri)Pa T  =  πμRi(R2e − R2i)Pa T  =  (μ)/(2)(Re + Ri)F
Conviene remarcar que cualquier distribución de presiones termina por convertirse en ésta. Y también que se obtiene una dependencia lineal de F y de T con Pa, a través de la geometría, resultado obtenido en todos los casos anteriores.

4.6.1.3 Variación del par de embrague

Para una geometría y fuerza de acción dadas, la distribución que más par produce es la de presión constante (P(r) = Pa), lo que hace que sea la preferida para el diseño de un embrague o freno.
Sin embargo durante la utilización esta distribución de presiones (o cualquier otra) evoluciona inevitablemente hasta convertirse en la de desgaste homogéneo.
Evaluamos ahora la variación (reducción) de la capacidad de embrague de un disco desde su situación inicial (P(r) = Pa) hasta la de desgaste constante P(r) = RiPa ⁄ r para analizar los factores de los que depende y tratar de minimizarla.
Llamaremos Tn al par producido por en embrague con el disco nuevo (presión constante) y Tu al obtenido con el disco desgastado (desgaste homogéneo)
(Tu)/(Tn) = (3)/(4)((Re + Ri)(R2e − R2i))/((R3e − R3i))(Fu)/(Fn)
Si la fuerza actuante es constante durante toda la vida del embrague:
(Tu)/(Tn) = (3)/(4)((Re + Ri)(R2e − R2i))/((R3e − R3i))
que expresada en función de la relación de radios q = Re ⁄ Ri queda:
(Tu)/(Tn) = (3)/(4)((q + 1)(q2 − 1))/((q3 − 1))
La siguiente gráfica muestra esta evolución para valores de q de 1 a 50.
figura EyF_imagenes/TuTn.png
Figura 4.8 Pérdida de capacidad de embrague de disco sometido a fuerza constante, debido a la variación de distribución de presiones.
Se obseva que la menor pérdida de capacidad de frenada se produce cuando ambos radios son parecidos (q ≈ 1) y que el límite de pérdida es el 25%.
En la siguiente gráfica se presenta la función 1 ⁄ r que describe la variación de presión en desgaste constante, y se marcan dos sistemas iniciales con presión constante, uno para Ri pequeño y otro grande, e igual relación q.
figura EyF_imagenes/Pdisco.png
Figura 4.9 Evolución de la distribución de presiones (nuevo - usado) en dos sistemas con distinto radio interior e igual relación de radios (q).
Se observa que cuanto mayor es el radio interior, menos diferencia hay entre la distribución inicial de presiones y la final. Por ello es preferible diseñar un embrague con radio interior grande, y poca diferencia de radios:
Como inconveniente hay parte del interior que no se utiliza, sin embargo esta parte aloja el eje y evita que la presión se dispare en esta zona.

4.6.1.4 Discos no completos.

4.6.1.5 Apilamiento de discos

4.6.1.6 Desgaste superficial en el modelo de desgaste uniforme

4.6.2 Embragues y frenos cónicos

La geometría está indicada en la sección anterior: ángulo abarcado β = 2πrad, radios interior y exterio Ri y Re y ángulo cónico α. Se acepta también que la distribución de presiones tiene simetría de revolución sobre las superficies en contacto (P(r, θ) = P(r)). El area elemental sobre una superficie cónica viene dada por dA = rdθdr ⁄ sinα (la superficie de un tronco de cono es π(R2e − R2i) ⁄ sinα)
La diferencia fundamental con el freno de disco es que la fuerza normal tiene componente radial además de la axial, y su descomposición depende del ángulo α:
(4.40) dNa  =  dNsinα dNr  =  dNcosα
Esta componente radial no produce momentos respecto al eje (su línea de acción lo corta) ni en direcciones perpendiculares (β = 2π y P(r)) . Tampoco produce una resultante neta de fuerza (β = 2π y P(r)). Tampoco tiene efecto directo sobre el equilibrio de fuerzas en la dirección axial puesto que la componente axial de la fuerza normal equilibra la fuerza de acción aplicada:
(4.41) R = F = AreadNa(r) = ReRiβ0sinα(P(r)rdθdr)/(sinα) = βReRirP(r)dr = Fdisco
Retomando las expresiones para disco completo, se comprueba que la fuerza aplicada es también es proporcional a la presión conseguida, con igual factor (la expresión es idéntica). Sin embargo la superficie cónica es mayor que la equivalente a la de disco completo (iguales radios exterior e interior), por lo que la presión conseguida, siguiendo igual distribución radial que en el caso de disco, producirá más par de frenada por ser mayor el area de contacto. Es decir, de forma indirecta tiene influencia sobre el par de frenada. La fuerza de rozamiento es proporcional a la fuerza normal , no sólamente a la componente radial: dFμ = μdN
(4.42) Te = AreardFμ(r) = ReRiβ0(r2μP(r)dθdr)/(sinα) = (μβ)/(sinα)ReRir2P(r)dr = (Tdiscoe)/(sinα)
En consecuencia, independientemente de qué distribución de presiones se emplee, se cumple
(4.43) (Tcónico)/(Fcónico) = (1)/(sinα)(Tdisco)/(Fdisco)
Vemos que el par conseguido con un embrague cónico por unidad de fuerza aplicada y para geometrías equivalentes (iguales radios Ri y Re) es mayor que el de uno de disco en un factor 1 ⁄ sinα. Este efecto es llamado de cuña, y además de efectos ventajosos también tiene inconvenientes.

4.6.2.1 Distribución de presión constante

Las expresiones se obtienen combinando las ecuaciones 4.41↑ y 4.42↑ con las de disco completo para esta distribución de presiones:
(4.44) F  =  π(R2e − R2i) Pa T  =  (2πμ)/(3sinα) (R3e − R3i) Pa T  =  (2μ)/(3sinα) (R3e − R3i)/(R2e − R2i) F

4.6.2.2 Distribución de desgaste homogeneo

Las expresiones se obtienen combinando las ecuaciones 4.41↑ y 4.42↑ con las de disco completo para esta distribución de presiones:
(4.45) F  =  2π(Re − Ri)Ri Pa T  =  (πμ)/(sinα)(R2e − R2i)Ri Pa T  =  (μ)/(2sinα)(Re + Ri) F

Bibliografía

[1] Diseño en Ingeniería Mecánica (de Shigley), R.G. Budynas, J.. Nisbett, Mc. Graw Hill. Capítulo 16

[2] Diseño en Ingeniería Mecánica. Joshep E. Shigley, Larry D. Mitchell. Mc. Graw Hill. Capítulo 16.

[3] Diseño de Máquinas. Un enfoque integrado. Robert L. Norton. Prentice Hall. Capítulo 13